sábado, 28 de febrero de 2009

El cuento de los sapos.



¿Te conté el cuento de los sapos? Cuando éramos chicas, mi hermana Analía y yo, vivíamos en una casa muy grande. Mi mamá nos daba para jugar, cosas bellas y extrañas: frascos viejos de remedios, chapitas y animalitos de plástico. Y mi papá, había construido en el fondo de la casa, una pileta. ¿Sabés? En esa época las piletas no eran como las de ahora, todo el año celestes … y sobre todo, transparentes. No! , en aquellos años el agua de las piletas, en invierno, se volvía oscura y se llenaba de hojas secas. En esas oscuras profundidades, entre otras cosas, habitaban los sapos. Con Analía nos ocupábamos, sacando los sapos de la orilla y con cierta ternura maternal anticipada nos disponíamos a colocarlos en una hermosa tetera enlozada blanca y celeste, llena de agua, para poder bañarlos. Después preparábamos camitas para sapos en los cajoncitos de frutillas que por esa época eran de madera.

3 comentarios:

Meuge Sandín dijo...

Ternura total!! Qué amorosas!!
Me hiciste acordar cuando con mi hermana bañabamos a la tortuga, unica mascota permitida, en un balde de agua, y la haciamos navegar sobre una esponja........

Juliana Bollini dijo...

ME ECANTA ESTE CUENTO, Y EL RETAZO DE LA HISTORIA DE DÁLIDE.

Juliana Bollini dijo...

quise decir: ENCANTA! CHAU